Quién no ha conocido, siendo niño, a la señora que se esforzaba por seguir siendo niña, se pintaba, se maquillaba... de piel cetrina. A la señora que amenazaba: -¡Si me rompes las flores te pincho el balón! . Qué miedo daba... con su cuchillo, parecía que a quien iba a rajar no era al balón... Aún tengo pesadillas... por la bruja maquillada.